Experiencias del Prácticum

07.01.2013 22:04

Hablar sobre mi experiencia en el prácticum se me hace muy fácil pero no creo que pueda transmitir las cosas tal y como las siento por que es muy difícil explicar tantas sensaciones y emociones juntas.

Lo primero que he de decir es que cada día acabo muy cansada cuando salgo del colegio pero la sonrisa me dura mucho más que el cansancio. Es un trabajo que, a largo y corto plazo te lo agradecen y además, un ciclo en el que el avance se puede percibir de forma notable, con lo cual, es mucho más satisfactorio.

Además de todo eso, los niños con los que estoy trabajando son muy cariñosos y no se cansan de decirte cada día que te quieren y demostrarte que para ellos eres alguien muy especial, no solo su maestra sino un ejemplo a seguir.

Antes de comenzar las prácticas estaba un poco asustada por que no sabía si una vez ejerciendo, me iba a gustar mi trabajo tanto como me imaginaba, pero sí, me gusta incluso más. 

Cada día cuando llego a casa me paro a pensar y son muchos los momentos en los que los niños y yo nos sacamos una sonrisa mutuamente.

También me he dado cuenta de que es muy difícil apartar los problemas de tus alumnos cuando vuelves a casa, pues ellos ya forman parte de tu vida diaria y tu clase es también una pequeña familia. 

En resumen, estoy muy orgullosa de llegar a donde he llegado aunque me quede mucho camino por delante, pero está muy claro, que esto me va a dar mucha más fuerza para terminar esta vida que he empezado en el mundo del magisterio.

                                                                                                                                                Miriam Aguilar Peña